Como sabéis, hoy (por el domingo 28 de octubre) ha terminado el Sínodo con la eucaristía en la Basílica de San Pedro. Os recomiendo leer la homilía del Papa. Pero para seguir el orden de los hechos, empalmo con la crónica III que terminó el sábado 20.
Esa tarde acudí al concierto en la cárcel de Regina Coeli, con un grupo de “padres y -alguna madre-, sinodales”… estar hablando con jóvenes y de jóvenes todo el tiempo y encontrarnos codo a codo con un gran grupo de ellos detenidos no dejó de impactarme. Dicho concierto se enmarca en un proyecto que me parece muy acertado: “Liberi nel’Arte” y que está patrocinado por varias asociaciones de diverso tipo. Llevar el arte, la belleza y la “libertad” de escuchar música me resulta un signo de esperanza al pretender “salvar” lo mejor que podamos a las personas.
Durante casi dos horas, un grupo formado por cuatro mujeres jóvenes, tres italianas y una rusa, nos deleitaron con arias de Verdi, Bizet… y música popular de este país que se ha hecho universal. Después compartimos un rato con toda la gente que estaba y que reflejaban una entrega muy fuerte a esta realidad: capellán, directora, voluntarios…
El domingo fue día de descanso y aproveché para visitar y compartir la comida con mis hermanas de la otra casa que es residencia universitaria y casa de acogida para huéspedes -casa per ferie- porque yo vivo en la curia general. Un rato de familia, compartiendo temas sinodales y otros, muy a gusto. Por la tarde un largo paseo por la Via dei Fori, Colosseo, Piazza Venezia… me preparó para acometer la última semana que no ha sido menos densa.
No cesan las entrevistas y yo solamente tengo uno o dos temas, me sueno repetida… pero el lunes estuve invitada a una cena con periodistas de lengua española, en la casa de una de ellas, sin micrófonos -como ya os anuncié- y también fue un tiempo de descanso por la gente encantadora y divertida: lo pasamos muy bien; allí estaban representantes de Agencia Efe, Cope, Vida Nueva, Televisa (México), ABC, Vaticano, La Nación (Buenos Aires), muy interesantes las experiencias de tantos viajes, encuentros, anécdotas; avanzó la noche y seguíamos charlando …
El martes 23 acudimos a un encuentro entre jóvenes y ancianos, con la presencia del Papa, a propósito de un libro “La sabiduría de los años”, con preguntas dirigidas a él mismo y respondidas de una manera espontánea y fresca -con la frescura y estilo de su edad y personalidad- que fue bien interesante; cada respuesta encerraba mucha sabiduría acuñada con el paso de la edad… habréis visto que estuvo también Martin Scorsese con quien recordamos su gran película “Silencio”.
María Luisa Berzosa, FI
-desde Roma-