Bien está que por razones lingüísticas, sociales, virales, trending topic… aporofobia sea la palabra del 2017, tenga el rango de ser admitida en el DRAE y que FUNDEU haya colaborado.
El nombre va a hacernos visibilizar nuestra lacra social.
Y nos fustiga la cara. Con fuerte latigazo.
No es de ahora. El aforismo romano nos decía: Homo homini, lupus.
Adela Cortina, catedrática de Filosofía, desde su preocupación ética, ya lo había definido en su libro “Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafío para la democracia” (Abril 2017). Recurre al griego “aporos”: el que no tiene salida. Lo distingue de la xenofobia y racismo.
Avanzamos. Actualmente, lamentamos, no solo son sentimientos.
Tiene unas connotaciones que convergen en hostigar, sin piedad, a los más vulnerables: el que sufre en su carne, quizá, las garras de la enfermedad de conductas asociales, del alcohol (…”y bebe para olvidar que bebe”, como aquel del pequeño planeta de Saint Exupéry), del desapego familiar, de la penuria económica… tantas situaciones lacerantes que les han llevado hasta lo más hondo de la marginación social.
Homeless, o sintecho; generalmente pernoctan bajo el puente, en soportales o cajeros automáticos. Vulnerables. Diana fácil para un volcán de violencia social: ese rechazo y aversión de unos miserables, entes humanoides, que canalizan su contenida frustración en la hostigamiento contra los más débiles hasta la agresión física, hasta la muerte a veces.
Después, ufanos, cuelgan en las redes sus hazañas, pertrechados en el anonimato cobarde. Y la sociedad, con la imagen repetida, se acostumbra. Queda anestesiada. No reacciona.
Aporofobia tiene que fustigarnos la cara. Tenemos que reaccionar ante esta lacra social.
Ojalá esa fusta sacuda nuestra conciencia social, para que con brío comprometido, embridemos otra carrera y demos la vuelta.
Ojalá que la realidad viral pronto llegue a ser: aporofilia.
Es la actitud, bíblica y de todos los códigos éticos que conozco: entrañas de compasión con el desvalido:”tuve hambre…estaba desnudo… forastero…”
Teresa Zugazabeitia F.I.