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Una vida con Sentido(s)- ¿Cómo lo ves?

¿Alguien a estas alturas no ha visto a Jesús Vidal recogiendo el Goya al mejor actor revelación?

Una persona con una discapacidad visual severa nos abrió los ojos a todos los que se supone que no la tenemos. Pero de esto ya han pasado casi 20 días. En los tiempos que corren… una eternidad. Por eso me sale del corazón volver a pasar la mirada por ese bello discurso que muchos hubiésemos querido pronunciar.

Comenzó con tres palabras: inclusión, diversidad, visibilidad. ¡Qué diferente suenan estas palabras según quien las diga! Y mientras escribo esto se hace paso en mi memoria, sin previo aviso, un recuerdo, que paso a relatar.

Fue hace unos ¿10 años? En San Sebastián. Un alumno con discapacidad motora y de lenguaje, pero con el corazón y la inteligencia intactas. Se le entendía mal y era muy lento al hablar. Estaba siempre con la auxiliar, que le ayudaba en aquello que le costaba más trabajo hacer. Yo no le daba clase, pero todos en el colegio le conocíamos y le queríamos. Cada vez que pasaba a su lado, le decía algo. Le preguntaba: “¿cómo estás hoy, Miguel (nombre figurado)?”. Pero ya he dicho que se le entendía muy mal y necesitaba un tiempo para expresarse que pocas veces tenía (o para mi vergüenza “quería emplear”). Así que pocas veces me quedaba esperando su respuesta. Y me alejaba tan contenta.

Un día de esos que pasaba sonriente a su lado, hice lo de siempre: “Hola, ¿cómo estás, Miguel? ¿Bien? ¡Me alegro! La verdad es que se te ve bien… ¡Hasta luego!”. Entonces la auxiliar me dijo: “¿Te puedo decir algo? Si le preguntas a Miguel cómo está, espera a que te responda… sabe y quiere hacerlo. Le sienta muy mal que todo el mundo le pregunte pero nadie le escuche. Si no tienes tiempo para pararte, mejor no le preguntes.”

Touché. Directo al corazón. Inclusión, diversidad, visibilidad. A partir de aquel día, cada vez que me paraba con Miguel esperaba a que me contestara. Y poco a poco le fui entendiendo cada vez más y cada vez más rápido… Y aprendí que la mirada solo es inclusiva si se tiene en cuenta a la entera persona, desde como es y como está. Y descubrí también que con su mirada inclusiva, me dejaba formar parte de su vida.

Gracias a todos los Jesús Vidal que me encuentro en mi vida porque “no saben lo que han hecho” conmigo.

¿Cómo lo ves?

 

Beatriz Neff

@beatrizneff