Palabras que empapan la tierra – por Silvia Rozas
18 julio, 2017
16 de julio
18 julio, 2017

Las vacaciones del Papa: tranquilidad en la propia casa

Cuando se tiene 80 años y se lleva un ritmo de trabajo frenético, lo que más se agradece es la tranquilidad. Y eso es lo que está disfrutando el Papa Francisco durante este mes de julio en su residencia de siempre, la Casa Santa Marta, en el Vaticano, convertida casi en un hotel fantasma por la ausencia de huéspedes.

Por quinto verano consecutivo, el Papa disfruta en su propia casa de la tranquilidad de no tener que ir continuamente de un encuentro a otro y de un lugar a otro a lo largo de todo el día. Su modo de recuperar fuerzas consiste, según ha explicado en que «cambio de ritmo, duermo algo más, leo cosas que me reposan, escucho algo de música, rezo más… Y todo eso me descansa».

Y además le recuerda la infancia, pues su familia no tenía automóvil ni dinero para salir de Buenos Aires, por lo quedisfrutaban las vacaciones en casa. La última vez que Jorge Bergoglio abandonó en verano residencia habitual fue en 1975, hace más de cuarenta años.

Tradicionalmente, el Papa suspende todas las audiencias oficiales y privadas, incluida la audiencia general de los miércoles durante el mes de julio, y las reanuda en agosto, cuando el calor tórrido de Roma empieza a dar una tregua.

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