Un espaldarazo a la Iglesia. Como institución. Como actor social. La sola presencia de Don Felipe y Doña Letizia en la 108ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), hoy martes 22 de noviembre, ya suponía un respaldo para la Iglesia con motivo de los 50 años del organismo colegial de los obispos españoles. Sin embargo, en su primera visita a la madrileña sede de Añastro, el Rey ha pronunciado un discurso que no deja lugar a dudas sobre el reconocimiento del Estado al papel que juega la Iglesia en las distintos ámbitos en los que tiene presencia, estructurando sus palabras en dos líneas: su labor social y su labor institucional.
Sobre el primer aspecto, la labor social de la Iglesia, en su discurso el Rey ha subrayado la labor de los trabajadores y miles de voluntarios que colaboran, desde Cáritas a Manos Unidas, desde los centros de ayuda a los drogodependientes a las víctimas de la violencia, amén de reconocer su actividad pastoral, educativa o cultural. De esta manera, ha alabado cómo “la acción social y caritativa han conseguido que más de cuatro millones de personas que residen en nuestro país y fuera de nuestras fronteras hayan podido beneficiarse de su labor”.