Después de haberse volcado durante cinco días en apoyar la reconciliación nacional en Colombia, el Papa Francisco ha advertido en su mensaje de despedida que «el autor principal, el sujeto histórico de este proceso, es la gente y su cultura, no es una clase, una fracción, un grupo, una élite», pues «no necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos».
En la homilía de la misa para unas ochocientas mil personas, en el puerto de contenedores de Cartagena de Indias, el Santo Padre ha dicho a los colombianos que «las heridas profundas de la historia requieren instancias donde se haga justicia y se dé a las víctimas la posibilidad de conocer la verdad», así como que «haya acciones claras para evitar que se repitan esos crímenes».
Según el Papa, el «camino de pacificación» no puede quedar solo en manos de la política o la administración pública, pues «no se alcanza solo con el diseño de marcos normativos y arreglos institucionales».