Me gusta recibir regalos, y me gusta aún más hacerlos, enfrentarse al ejercicio de salir de sí mismo para pensar en el otro: ¿Qué le gustaría, qué necesita, qué le haría ilusión? Pero regalar es un ejercicio exigente, y para ayudar a pensar los regalos para reyes ¡os traemos estas ideas para regalar con justicia y solidaridad!
Los regalos para la igualdad de género son maravillosos. No son solo libros, o juguetes: son posibilidades para que se diviertan en el presente y para que se sueñen con libertad a futuro. Regalar por ejemplo telescopios a niñas (Ay, Vera Rubin!) y cocinas a niños, sin reforzar ideas estereotipadas en rosa y azul. Los regalos educan, y que los niños aprendan a cuidar y que las niñas jueguen con pelotas tiene beneficios para ellos como personas y para todos como sociedad, tal como muestra este vídeo.
Los estereotipos de género se forman muy temprano, como muestra aquí Inspiringthefuture.org. Se le pide a un grupo de niños dibujar a alguien que luche contra el fuego, a alguien que haga cirugías, a alguien que pilote un avión. Les piden además ponerles nombres y caracterizarlos. De los 65 dibujos, 61 eran hombres, se llamaban Bill o Gary y eran descritos como fuertes y valientes. Al final, hacen entrar en la sala a 3 personas que realmente ejercen esas profesiones: tres mujeres. Y vale la pena ver sus reacciones cuando aparece Laurean, Tamsi y Lacey y no Tom, Will y Robert.
Pero también se puede regalar con solidaridad, con espíritu ecológico, con creatividad y con valores. Un lugar con buenas ideas aquí. Aunque debo confesar que no me gusta regalar juguetes, suelo regalar libros. No soy la más popular entre la infancia por mis regalos, pero voy trabajando a futuro. La recomendación obligada son los libros de Nadia Finkcon su colección de antiprincesas. También #soyfan de la saga de Fablehaven, de Brandon Mull, que está lleno de aventuras y criaturas fantásticas y que está, para la tónica de estas novelas, bastante equilibrada en cuanto a género y valores. Y aunque ya es muy difícil encontrarla, la saga de Emily the Strange. Me gusta porque soy friki, pero vamos, algunos/as niños/as también lo son.