Bego marchó a Venezuela para estar allí 3 meses. Se fue muy ilusionada, con ganas de compartir y transmitir conocimientos al proyecto de formación de líderes y nutrición de la infancia, pero sobre todo concienciada de la realidad tan dura que podría encontrarse allí. Nos ha enviado un testimonio para que conozcamos más de cerca la situación del país.
“Voy camino de un 1 mes que estoy acá… en Venezuela. Acabamos de pasar la Pascua y, sin embargo, vivo con la certeza de sentir que, acá, es Pascua cada día.
No puedo dejar de asombrarme de este pueblo, inmerso en el dolor, el sufrimiento, la escasez y la muerte provocada por una situación creada y mantenida por un gobierno corrupto, censurador y vapuleador de libertades y sueños.
Sin embargo, un pueblo creyente y con firmes convicciones. Lleno de solidaridad para los hermanos que tienen menos. Con conciencias sensibles a toda injusticia.
No hay comida, pero el gobierno mantiene al pueblo con la ilusión de recibir cada 15 días (si eso sucede) una bolsa con alimentos que apenas dura unos días con un coste de 4.000 Bs cuando en el mercado cuesta 80.000 Bs. Así compra al pueblo… así compra sus votos.