¿Podemos hacer apostolado social sin hablar de Dios, al margen del Evangelio?
¿Podemos usar el agua del grifo sin acordarnos de los manantiales que nacen en la montaña? Sí, claro que sí. Pero siempre tiene que haber alguien que conozca el manantial, cuide el cauce del río y ayude a que su agua llegue hasta la ciudad.
Apostolado hace referencia a «ser enviado». Sin apoyarse en Quien envía, es posible «ir» pero tal vez no lo sea «permanecer». Por eso, tal vez ayude decirlo «en cristiano»: Dios sigue trabajando en el mundo (porque esto no es nuevo) a favor de la dignidad de las personas y quiero estar en la tarea con Él y como Él.
Claro que, si hablar de Dios va a hacer que alguien se quede fuera…, lo mismo me voy sola a por el agua cada día y me siento a la mesa como una más para hablar de lo humano que nos convoca. Porque bien sé yo Quién me orienta, me sostiene y me inspira.
– Madrid –