Su hermano Valentín ha elevado el apellido Fuster al máximo exponente en el ámbito de la cardiología mundial. Joaquín, catalán de nacimiento y estadounidense de adopción, ha mantenido alto el listón del linaje en otra disciplina: la neurociencia. Profesor de Psiquiatría y Neurobiología del Comportamiento en la Universidad de California, en Los Ángeles, y todo un referente en el estudio de la corteza prefrontal, este reconocido investigador busca ahora dar solidez científica a los conocimientos que se tienen desde hace años sobre qué hacer para envejecer con una buena salud cerebral. Realizar ejercicio físico y cognitivo, comer bien y practicar la espiritualidad en sentido amplio son, según explica a ABC, condiciones básicas para proteger el cerebro de las enfermedades neurodegenerativas.
—¿Cómo podemos cuidar nuestra salud cerebral?
—Aunque no hay estudios científicos solventes al respecto. Sí podemos decir que hay tres factores que ayudan a que nuestro cerebro envejezca bien. Una dieta equilibrada, practicar regularmente ejercicio físico y cognitivo, y ejercitar la espiritualidad, son condiciones que impactan positivamente en la salud de nuestro cerebro.
—¿A qué se refiere cuando habla de espiritualidad?
—La espiritualidad se ejercita practicando una religión, yoga u otras actividades de meditación que nos hacen conocernos mejor a nosotros mismos. Cuanto más nos conozcamos a nosotros mismos, mejor podremos manejar nuestra salud cerebral.
—Entonces.. ¿podemos decir que la religión tiene un efecto protector para el cerebro?
—Efectivamente. Podemos decir que la religión, bien entendida, cuando se basa en los derechos humanos, tiene un efecto positivo y protector pero en situaciones de relaciones sociales adversas o de conflicto político puede pervertirse ese efecto. El terrorismo es una perversión de la religión.