MªCruz Báscones lleva tres décadas y media acudiendo a la cárcel de Martutene (San Sebastián). Con motivo de una exposición de las obras creadas por los reclusos, estos quisieron rendirle homenaje a ella y a otro voluntario de la Pastoral Penitenciaria, ante su «jubilación» a final de este año como docentes en la cárcel. Así lo recoge Ignacio Villamuriel en un artículo publicado el pasado día 22 de noviembre en el Diario Vasco.
«María Cruz Báscones afirmó emocionada que los reclusos han sido «como hermanos» para ella. «Una sonrisa les llena el alma y el corazón», aseguró, mientras los presos asentían y rompían en aplausos. Un reconocimiento al que se unieron representantes de la Diputación, con Maite Peña a la cabeza, y del Ayuntamiento de Donostia, con Aitziber San Román», escribe Ignacio Villameriel.
Os invitamos a leer todo el artículo, titulado El arte nos hace libres en prisión