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Derrumbando estereotipos – por Silvia Rozas

Roquetas del Mar acogerá el 25 de marzo la beatificación de los mártires de Almería, en la que se incluye por primera vez una mujer mártir de etnia gitana. En las últimas décadas hemos visto cómo la comunidad gitana se ha ido incorporando poco a poco a esferas de la vida pública, aunque su mochila suele estar cargada de prejuicios y estereotipos, de luchas y mucho esfuerzo. Hoy se calcula que la población gitana española es de unas 650.000 personas. La región con mayor número de gitanos es Andalucía (270.000), seguida de otras como Cataluña (80.000), Madrid (60.000) o la Comunidad Valenciana (52.000). Incorporarse a la esfera pública supone también enrolarse en el sistema educativo y hoy vemos normal la escolarización de niños y niñas gitanos, con lo que supone de promoción e incorporación social. Pero esto no ha sido suficiente, todavía cómo las desigualdades crecen y amenazan este ideal de promoción social que muchos tenemos depositado en la educación. Según la Fundación Secretariado Gitano, «el alumnado gitano, en su inmensa mayoría, deja el sistema educativo sin obtener el graduado en ESO y, por tanto, con una formación incompleta y con escasas oportunidades para incorporarse al mercado de trabajo. Por otra parte, vemos que existe una auténtica brecha de desigualdad entre la juventud gitana y el resto de los jóvenes estudiantes. Así, mientras que un 13 % del alumnado en España no completa la ESO ni obtiene el título de graduado, en el caso del alumnado gitano esta proporción es del 64 %. ¡Cincuenta puntos básicos de diferencia!».

Cifras, estereotipos, prejuicios. Pero solo el codo a codo nos permite descubrir los grandes valores de la etnia gitana. Alegres, acogedores y familiares. Una se queda perpleja cuando pone nombre a rostros y las historias se encarnan en unos y otros. Las diferencias nos enriquecen aunque no sea fácil la convivencia. Jarana, Pepa, Juan, Gaspar, Carmen, Melchor, Frasco, Yumalay, Jesús… son niños y niñas de etnia gitana de Almería. Cuando los conoces, los prejuicios se caen. Es la gran llamada que todos tenemos, la de derrumbar los estereotipos y acogerlos.

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