La familia Arratibel era espejo de la España de hoy, en la que lo cristiano es para una mayoría un barniz costumbrista y no un corazón palpitante de fe. Pero llegó un día en el que David vio que los suyos vivían una plenitud religiosa que unos años antes ninguno profesaba. Lo que más le impactó fue que su madre, sus dos hermanas y su cuñado habían alcanzado tal estado por procesos propios, no influyéndose entre sí.
Tras el inicial sentimiento de “rechazo y enfado”, él mismo, siempre fiel a su increencia, quiso canalizar esa experiencia a través de lo que le fascina: el cine.Así es como ha nacido el documental ‘Converso’ [la imagen que abre este artículo es un fotograma del film], que se estrena el 29 de septiembre y que ya ha conseguido un gran respaldo de la crítica y del gremio, obteniendo en su tierra natal el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra o el Premio al Mejor Director en el Festival de Málaga. (…)
Una gran aportación del film de David Arratibel es mostrar cómo, frente al estereotipo que muestra a los conversos como personas radicalizadas que se refugian en la fe huyendo de situaciones dramáticas o de una grave alteración psicológica, muchos culminan este proceso mediante un caminar marcado por lo ordinario. Lo que implica un reto para la Iglesia.