Podría decir mil cosas de este campo de trabajo, pero me he dado cuenta de que esta foto representa muy bien lo vivido.Y es que en esas tres semanas aprendí lo grandes que son las personas sencillas que viven sencillamente la vida de manera sencilla. También aprendí a mirar las cosas del revés, como este niño, desde una perspectiva distinta. A arriesgarme sin miedo a darme de bruces contra el suelo, a no dejarme llevar, a nadar a contracorriente si hace falta. Su postura hace que su pelo le tape la cara pudiendo poner en cuestión cualquiera que sea su género y eso también lo puedo hilar con el continuo aprendizaje que he ido llevando a cabo estas semanas con respecto a romper con las etiquetas que nos ponemos los unos a los otros constantemente que no traen consigo absolutamente nada bueno. Y por último, la foto también muestra un toque de rebeldía que lo asemejo con ese espíritu inconformista e inquieto con el que yo me identifico.
En conclusión, una foto que captura un momento tan simple como uno de los niños haciendo el pino, pero que a la vez habla por sí sola. #RompiendoFronteras
María Villarta (Antigua alumna de nuestro colegio Mater Purísima)