Hace unos días salían en los periódicos noticias sobre un conflicto generado por Trump. Parece, según estas, que habría revelado información sensible al gobierno de Rusia por el simple hecho de demostrar su poderío hacia el resto.
Sea o no cierto, lo que sigue siendo real es la postura que toma la gente con respecto al tener y al ser o hacer. Hay una cierta inclinación a demostrar, y desde la falsa humildad, conseguir que la gente se entere de lo que uno tiene y hace. Lo que se consigue con esto es un reconocimiento momentáneo, una felicidad vacía porque no viene del hacer desinteresado sino del hacer por el reconocimiento. El recorrido que tiene es corto y débil.
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