Cuántas veces nos sentimos sostenidxs,
llevadxs de la mano,
henchidxs de profunda confianza…
Una confianza
que hace mirar la vida con esperanza,
que ayuda a descubrir posibilidades,
que genera mirada misericordiosa…
Sentirse sostenidx
te sitúa junto a tantas personas,
de igual a igual,
aupando inseguridades,
impulsando intentos,
sin sepultar propuestas,
sin romper fragilidades,
sin apagar luces que atisban tímidamente.
Sentirse sostenidx no hace ruido
da seguridad,
ayuda a caminar,
a situarse en la vida
generando lazos, redes, encuentros.
Ana Zubiri, FI
(Is 42, 1-7)