Martes, 5 de diciembre. Fiesta en Gamarra. Es verdad que nos adelantamos tres días a la fiesta de la Inmaculada… ¡el calendario escolar no permite otra cosa!
La entrada al colegio es diferente a otros días. Los mayores vienen con las mochilas muy aligeradas de peso o sin mochila directamente. Los pequeños, muchos de ellos, con una campanilla en la mano. Su sonido nos hace escuchar también ese día diferente.
Las primeras horas son de trabajo. Pero un trabajo agradable y familiar: recordamos la vida de la madre Cándida, la fundación de las Hijas de Jesús, cómo están hoy extendidas por el mundo…
Y enseguida, ¡hermanamiento!. Los mayores visitan las clases de los pequeños. Hablan con ellos. Les llevan chuches. Los pequeños enseñan a los mayores el Mil Albricias, porque hay algunos que hace poco que han venido al colegio y no se lo saben.
El recreo es para todos un poco más largo de lo normal. Y así llegan las 12: ¡hora del Mil Albricias! Todo el colegio se reúne en el patio de Primaria. Y nos vamos sentando en el suelo o colocándonos al ritmo de “Decídete”: “pa pa pa… ha llegado el tiempo de cambiar…”
Los de Acción Evangelizadora nos recuerdan la fundación de la Congregación. Y este año, recordamos también el nacimiento de la Fundación Educativa Jesuitinas. En un gran mapa de España se van recordando los 21 colegios que la forman. Y después de rezar el Ángelus, llega el momento más esperado del día.
El Mil Albricias suena con fuerza. El estribillo apenas si se oye, silenciado por el sonido de tantas campanillas que los niños agitan con alegría. ¡Viva la Inmaculada! ¡Viva la madre Cándida! Y terminamos el acto con la entrega de premios de la AMPA del concurso de tarjetas de Navidad.
Queda todavía un tiempo de cole… Los de Primaria lo dedican a juegos de mesa. Los de Secundaria participan en una yinkana a través de twitter, escondieron un sobre en algún lugar del colegio, que contenía muchos premios para los que lo encontraran. Los ganadores de este juego fueron las alumnas Marta y Lola, de 3ºC de ESO. Del mismo modo, durante la celebración de la yinkana, se sorteó también una impresora, que le tocó a la alumna Alejandra, de 4º de ESO.