Proliferan los estudios que hablan sobre la Felicidad. Parece que está de moda, incluso a la hora de realizar programas políticos y desarrollar medidas sociales. Pero ya Jesús nos habla sobre la felicidad. Podemos preguntarnos: ¿Cómo anda mi índice de felicidad? ¿Dónde pongo yo esa felicidad?