Me toca el alma la gente humilde, la gente franca, la gente con verdad… me toca el alma quien mira lejos y me ayuda a divisar el horizonte, sin dejar de mirar al que está cerca, al que puede acariciar… me toca el alma la gente que sufre pero que no me hace pagar peaje por su realidad… me toca el alma el mar profundo, que al tiempo que engulle vidas también habla de libertad… me toca el alma la propia vida, llena de misterio y de cotidianeidad… me toca el alma la mirada sincera, la cómplice, la pícara y la que me hace soñar… me toca el alma la mano encallecida, áspera y fuerte de tanto trabajar… me toca el alma la mano suave que sabe de duelos y acaricia para levantar… me toca el alma la injusticia y la gente que lucha por cambiar la realidad… me toca el alma el silencio… y la palabra que surge tras escuchar… me toca el alma una melodía sublime y el llanto de un niño al despertar… me toca el alma el compartir sincero, un “te quiero” inesperado, un abrazo de verdad…
Me toca el alma…
Me toca…
Te toca…
Beatriz Neff