Haz la prueba. Toma un trozo de chocolate… o un grano de uva… o una gominola… lo que quieras… pero algo que generalmente, en tu día a día, cuando lo comes, terminas masticándolo…
¿Ya? Pues ten la experiencia. Saboréalo, gústalo, no lo muerdas… date tiempo… trata de sacar todo el gusto, trata de extraer no solo el gusto, sino la experiencia de gustarlo… y quizás, solo quizás, tengas también la experiencia de sentir que a veces también mordemos la vida, la masticamos rápidamente, o incluso la tragamos sin apenas masticarla… y por eso a veces, solo a veces, se nos atraganta…
Saborea la vida, gústala despacio, descubre los mil matices de cada experiencia, vive lentamente, cuida las relaciones, date tiempo, paladea cada vivencia, deléitate en cada instante…
Y quizás también descubras que así la vida es más honda, más bella, más intensa… y que el tiempo no se escapa tan deprisa…
¿Gustas?
Beatriz Neff