Estoy en Tolosa. En la parroquia de Sta.María, más o menos sentada en un banco donde quizá se sentara Juana Josefa Cipitria.
Porque veo y leo perfectamente lo que está escrito en el libro entre las manos de la estatua de S. Ignacio. Me sitúo debajo la estatua. Se presta al diálogo.
Porque la mirada de S.Ignacio incide verticalmente sobre mí. Además, con sus dos manos sujeta el libro en ademán de querérmelo mostrar.
Libro abierto: dos páginas: A.M.D.G. y REGULAE SOCIETATIS IESU
Siempre hemos comentado su anhelo, en versión original de su primer biógrafo, García Alcalde,
”Santo mío, yo quiero ser lo que tú eres, yo quiero hacer lo que ese libro dice”.
Y lo hemos interpretado como su quehacer, su misión: Fundadora de la Congregación HIJAS DE JESÚS, configurada por el espíritu ignaciano.
El devenir histórico avala esta interpretación; pero no la agota.
Me golpea ésta otra página: A.M.D.G.
Leitmotif, pulsión telúrica de aquel que fuera soldado “desgarrado y vano” que rezuma todavía aquellos valores caballerescos de honor y gloria y servicio y lealtad fiel a su Señor feudal.
JESÚS DE NAZARET lo había expresado de otra manera:»santificado sea tu NOMBRE”
Que también rezuma valores y expresiones bíblicas del nombre de su Dios. El nombre bíblico conlleva el ser y la misión. Jeshoua: Dios salva.
De tejas abajo, ¿qué entendería Juana Josefa – aquellas letras, en latín… y además, acrónimo: A.M.D.G-, cuando apenas lee comprensivamente el castellano?
Si vamos por ahí: callejón sin salida.
Sólo una intuición neumática; sabiduría y entendimiento, dones del ESPÍRITU, puede adentrarnos en el espíritu de Juana Josefa.
A.M.D.G… ¿Qué sentía aquella todavía niña, o adolescente, quizá?
Ella es consciente del pálpito de Dios y la Virgen, ya a la edad de los “cuatro años”. Lo dice en sus Apuntes Espirituales.
Nacida en Mayo, el día del Amor Hermoso, y renacida, ese mismo día, en las aguas bautismales. Confirmada el 15 de Noviembre, 1849.
Atraída ya por el Espíritu… porque, ¿qué intuye en esos juegos infantiles cuando juega a “monjitas”? Y esos ires y venires a la fuente de la Virgen…Según el decir de una compañera de juegos, que llegará a ser Hija de Jesús.
¿Qué intuye, qué fantasía le ronda? ¿Qué anhela? ¿El seguimiento radical de Jesús? Porque llegada su juventud madura la vemos firme y resuelta en su opción fundamental: “Yo, sólo para Dios”.
Atraída y consagrada. En JESÚS totaliza su Dios. Nada sabe de teologías; le basta el Catecismo: “Señor mío Jesucristo, Creador, PADRE y redentor mío…” que aprendiera quizá en el halda de su amona Josefa Antonia.
De ese hontanar filial, intensa y firme que es Juana Josefa, brotarán: Yo toda de Jesús…No separes tu corazón del mío… En Jesús todo lo tenemos… Dios lo quiere… El mundo es pequeño para mis deseos… Al fin del mundo iría… Dios sea bendito que tanto nos quiere…
PADRE NUESTRO… SANTIFICADO SEA TU NOMBRE… VENGA A NOSOTROS TU REINO…
Sentir denso y profundo, allá en la parroquia de Sta. María, frente a la estatua de S.Ignacio, que granará fecundo en la “Educación Católica de los Pueblos”.
Teresa Zugazabeitia F.I.