Esta es una expresión que recoge el sentir de una Madre a sus Hijas sobre su estado de salud. Muchas veces son, las que la Madre Cándida se acuerda de la salud de sus Hijas, y muchas las que las pone en su oración para que se recuperen o para que la lleven con paciencia. Ella sabe de dolores y de enfermedad y por eso valora la salud como algo muy importante. Por eso pide a Dios que le de salud a la vez que apunta algunos detalles sobre cómo mejorarla ¡a pesar de que sea carito!, como ella dice.
Pidamos a Dios por aquello que necesitemos, no tengamos miedo a no encontrar la fórmula adecuada. Dios nos conoce mucho y sabía de nuestras historias, y sabía que algunos podían enredar la forma de pedir al Padre. Por eso se adelanta unos siglos y, tal como nos relata Mateo, nos enseña a pedir, nos enseña a orar. Es bien sencillo. No es necesario usar muchas palabras.
Pidamos a Dios por las personas que queremos, por aquellas de las que nos sentimos un poco más lejos, e incluso por las que no conocemos. Porque si algo sabemos es que Dios siempre nos escucha, siempre nos da respuesta.
Quizá hoy es un buen día para usar pocas palabras:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Quizá hoy es un buen día para que, juntos, a lo largo del día, recemos el padrenuestro. Da igual el sitio, da igual el momento, da igual el idioma; pero si no encontramos esos segundos para encontrarnos con Dios, puede ser que algo nos falte o, posiblemente, puede ser que mucho nos sobre.
Todavía con el recuerdo del significado actual de la ceniza, ¡¡¡ buena Cuaresma!!!!!
Antonio Grau
Murcia