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PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 467
23 septiembre, 2019

Mirada de otoño

Crash… crash… crash… subo al monte por un estrecho camino realizado simplemente al andar. Ya lo decía Machado.

Los árboles amarillean ya en tonos naranja o rojizo, y van dejando caer sus hojas, planeando lentamente, abocadas a un dulce morir: sin necesidad de decretos eutanásicos.

Algunas, resecadas y tostadas por el sol se han acurrucado en sí mismas, como un bucle, y son las que hacen crash… crash al hollarlas yo con mi caminar. Otras acaban de desprenderse del árbol.

Se resisten a perder su vigor. Y lucen sus mejores colores otoñales: ocres rojizos alternan tonos amarillos con algún borde marrón, muerto ya; o con un verde, todavía joven, que se debate y pugna por sobrevivir.

Adornadas a veces de gotas de rocío, brillan los mejores diamantes tallados, en complicidad con el rayo de sol que las acaricia. Fulguran orgullosas y complacidas en ésa su postrera pasarela, desplegando toda su efímera belleza.

Una fiesta contemplar las hojas desprendidas y caídas ya, o arrancadas prematuramente por ese bochornoso viento sur otoñal, o violentadas quizá por una lluvia torrencial.

No me extraña que alguien compusiera aquella melodía íntima y serena «LAS HOJAS MUERTAS» que relaja y pacífica el espíritu al escucharla.

Pero… aún caídas, les gusta y se dejan acariciar por ese viento que las levanta a veces y las endereza y yergue en danza vertiginosa, y bailan y bailan… en remolino vorágine; ya no pesan. Ingrávidas, sobre el suelo, querrían arrimarse y quedarse en aquel árbol que las nutrió y sostuvo…

Pero, vuelven a caer al camino; y seguirán su ciclo. Se amalgamarán con la madre tierra, pachamama para los pueblos andinos, y harán posibles otras vidas que brotarán en primavera.

«… si el grano trigo no muere queda infecundo…» qué sabiduría la de JESÚS!

Ignacio, el de Loyola y el Cardoner, nos sigue diciendo: «reflectir… para sacar provecho».

Una mirada otoñal…
También de las hojas caídas, muertas!
Favorecerán aún nueva vida.

Teresa Zugazabeitia F. I.
otoño 2019