Toda esta semana voy a ir compartiendo, día a día, una reflexión sobre la gente de la Pascua, que somos nosotros… así, iremos pasando por la alegría y el miedo, por la paz tranquila de Betania y la decepción de las 30 monedas de plata. Seremos locos y amigos, espectadores y víctimas, nos lavaremos las manos o las abriremos para abrazar al mundo. Seremos silenciosos en la espera y alegres en la resurrección.
Arranquemos, pues.
¿Qué tenemos nosotros de la gente del Domingo de Ramos?
J.M. Rodríguez Olaizola