47. Las Maestras se mostrarán en su método de clases prudentes y firmes para castigar; sin embargo, deben ser muy sabias y prudentes en las penitencias para que las niñas no se acostumbren a ellas y también para evitar el peligro de comprometer su autoridad.
Querida M. Cándida, ya estamos en el 2021 y la vida sigue como hace una semana en el 2020. La diferencia está en los buenos propósitos para una nueva etapa de nuestra vida que se inició hace cuatro días. No quiero dejarme llevar por el tópico de estas fechas, quiero pensar libremente y expresar libremente lo que pienso, no lo que toca. Eso no quita seguir el ritmo de lo propuesto en cada tiempo. Concretamente ayer estuve viendo 2 películas de Navidad y curiosamente solo aparecían luces y color rojo. Y ¿dónde estaba Jesús, el nacimiento de Belén? ¿No será que nos están haciendo olvidar el origen de estas fiestas? (Es solo una reflexión)
Y hoy nos hablas de prudencia y firmeza. Buen consejo para este nuevo año recién estrenado.
Prudencia para todo lo que se avecina, para no malgastar ni las energías ni las palabras imprudentemente. Danos luz para encontrar ese equilibrio en los momentos duros que vienen. Y que sepamos contenernos y pensar de la forma a la que estamos llamados desde el evangelio, lo cual no quiere decir mutismo ante todo, sino educación, respeto y libertad para decir aquello que tengamos que decir. Prudencia para el camino, siempre viene bien.
Firmeza en aquello que creemos para seguir siendo testigos del que es la luz de los hombres, como nos decía Juan ayer en el inicio de su evangelio. Testigos firmes en la vida y coherentes con aquello que creemos. Levantemos la voz ante lo que consideremos injusto, hablemos de lo que llevamos dentro y mantengamos sin rubor aquello que hemos aprendido.
Una amiga me ha mandado unas palabras del Papa Francisco que me han hecho ver que este año puede ser un buen año para no olvidarlas:
Nunca olvides …
Que en la oscuridad Dios es tu luz,
en la tormenta es tu paz,
en la tristeza tu fortaleza,
en la soledad tu compañía.
He abierto el tomo 3 de los libros de las perlas escondidas, buscando esa ayuda para expresar aquello que siento, y me he encontrado en la página 178 lo que escribió la M. Cándida aquel agosto de 1911 en su carta 421: “Él vela por nosotros y sabe lo que nos conviene”. Paz es lo que he sentido, paz y confianza ante este nuevo año. Y eso mismo es lo que quiero transmitir como reflexión. Paz y confianza porque Dios vela por nosotros y nos cuida cada uno de los días de nuestra vida, porque nos quiere como hijos, porque le importamos cada uno como es.
Seamos personas agradecidas, prudentes y firmes. Personas libres llenas de esperanza, de esas que siguen la luz de quien ilumina día y noche.