46. Ninguna niña saldrá de la clase sin permiso particular, y nunca dos juntas; las Maestras no consentirán estos permisos sino con mucha discreción, que se piden más por pereza que por necesidad.
Cerca ya de despedir un año difícil, es hora de hacer balance, es momento de recordar lo bueno vivido y lo triste sufrido, pero, desde luego, es momento para la esperanza, siempre la esperanza y la misericordia de Dios presentes en nuestras vidas. La M. Cándida fue, sin duda, mujer de esperanza y aprendió de María Inmaculada a vivir de esta forma, a ser de esta forma. Porque su vida también paso por pandemias diferentes, porque pandemias siempre habrá, no solo de virus, sino también de otros aspectos de la vida. Y habrá pandemias personales y externas, pero las habrá. Y lo que aprendió la M. Cándida, y lo que yo intento aprender de ella y con ella, es que importa mucho la actitud y la raíz (la fuente). Importa la actitud, claro que importa, la forma de afrontar los problemas es fundamental (aquí entra la confianza en quien sabes que te va a ayudar como buen Padre). Importa la raíz, importa donde estas enraizado, cual es la fuente de tu ser. Y si tienes buena fuente de donde beber (Dios) y buena actitud (evangelio) todo se vive de otra forma, todo se entiende de otra forma. Las circunstancias que provocan miedo siguen ahí, pero no tenemos miedo.
La M. Cándida aconsejaba que no pidamos por pereza sino por necesidad. Que la necesidad sea nuestra razón para pedir aquello que necesitemos. ¿Señor, qué necesito para este año que está a punto de empezar? Un poco de tiempo y un poco de silencio pueden ayudar a encontrar, dentro de mí, la respuesta.
Ayer celebramos la fiesta de la Sagrada Familia y Lucas nos contaba el episodio del encuentro de la Familia con Simeón y Ana en la entrada del templo. Es un relato entrañable y lleno de fuerza, ternura y humildad. Los padres de Jesús cumpliendo con la ley y, Simeón, una buena persona (“honrado y piadoso”) sale al encuentro, reconoce y alaba a quien será la luz del mundo. Casi nada lo que ocurrió allí, sin embargo, pasa todo con la normalidad del tráfico de la entrada del templo, pasa todo como pasa nuestra vida de cada día y Simeón nos da un toque para que vayamos más despacio, para que busquemos al Señor, para que hablemos de lo que nuestro corazón siente y para que vivamos como personas honradas y piadosas.
Pero el toque fuerte de las lecturas de ayer lo encuentro en el libro del Eclesiastés cuando habla de las personas mayores, de nuestros padres. No quiero entrar en polémicas ni cruce de opiniones sobre la reciente ley de eutanasia aprobada. Pero:
“…sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas, aunque chochee, ten indulgencia, no lo abandones mientras vivas”
¿Quiénes son los que estorban? ¿Por qué estorban? ¿Somos una sociedad mejor eliminando a los que molestan o “rompen nuestro ritmo? ¿Eso es lo que queremos que hagan con nosotros?
Un niño ha nacido en Belén, Así fue. ¿Qué es lo nuevo que ha nacido en mí?
Los pastores y sabios fueron a adorarle ¿A quién adoro? ¿Y cómo lo hago en mi día a día?
Que esta Navidad sea un buen comienzo de algo nuevo.
Seamos personas que busquen al Señor, que escuchen al Señor y que hagamos de nuestra vida una sencilla oración.
¡¡Felicidades a todas las familias, felicidades a la gran familia de la M, Cándida!!
Buen y feliz inicio de año. Nos vemos, si Dios quiere, el año que viene.