28 años reuniéndose en Málaga: mucho aprendido y mucho que agradecer
22 junio, 2018
#veranoFI: Arranca el campo de trabajo para universitarios en Caivano (Italia)
27 junio, 2018

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 406

Carta nº 406 c      Marzo 1911

“ …nuestra vida es una continua lucha; pero con la gracia de Dios, venceremos”

Hoy cierro esta carta especial donde han aparecido tres perlas que, de forma espontánea, quisieron hacerse presentes. Hoy cierro también un curso especial, pues después de 15 años dejo la dirección del colegio, por cierto, en buenas manos. Y digo que la cierro porque el 22 de junio se marcharon los alumnos, acabó el curso y sigo dando gracias a Dios por todo lo recibido.

Y, como siempre, desde hace muchos años, la Madre Cándida tiene una palabra especial para este momento. Habla sobre la vida, sobre la continua lucha que supone vivir, pero sobre todo habla de Dios y de cómo Dios ayuda, acompaña y vence en esta lucha continua. Con paisajes diferentes, con personas distintas, pero con las mismas ganas de seguir adelante.

Siempre he creído en esa frase “la gracia de Dios”, pero nunca me he parado a darle forma. Y realmente lo veo complicado. Pero pienso que la gracia de Dios es esa fuerza que nace del corazón, del interior de la persona, provocando que podamos hacer cosas importantes, o que podamos hacer cosas normales cuando las capacidades o las fuerzas están escasas. O simplemente que podamos hacer aquello que pensábamos que no éramos capaces de hacer. La gracia de Dios creo que va íntimamente unida a la confianza. Dios siempre nos acompaña con su gracia, siempre derrama esa gracia sobre nosotros como agua fina que cala, pero hace falta que confiemos que esa gracia es valiosa, que esa gracia nos ayuda a hacer cosas mejores, pero sobre todo que nos ayuda a ser mejores personas. La Madre Cándida es de esas personas que supieron combinar la gracia de Dios con la confianza en ella. Y así fue capaz de liderar un proyecto de Dios que ni ella misma sabía que era capaz. Eso es “con la gracia de Dios”. Eso es saber que solos nada podemos, pero con la gracia de Dios hasta nos sorprendemos.

Y vuelve a aparecer el salmo ayer dando gracias desde otro ángulo. Dando gracias y sabiendo que Dios nos conoce en todos los momentos de nuestra vida. Damos gracias por Juan el Bautista, por su vida, por su continua lucha y por mostrarnos a quien nos ayuda a vencer todos los obstáculos que la vida nos pueda presentar.

Hoy, como siempre, es un buen momento para sentirnos tranquilos porque Dios no nos abandona nunca, porque su gracia siempre está presente y porque esa gracia es un don gratuito. Nuestra vida seguirá su curso, pero de lo que estoy convencido es que nunca caminaremos solos, como cantan los hinchas del Liverpool en su estadio a los jugadores. Así nos canta Dios a nosotros:

NUNCA CAMINARÁS SOLO EN ESTA CONTINUA LUCHA QUE ES LA VIDA.

Y ante esto, GRACIAS.

Antonio Grau

Murcia

Lee aquí la carta nº406 de la Madre Cándida