Apenas media hora después de pronunciar la fórmula de canonización de
Santa Teresa de Calcuta, el
Papa Francisco la ha presentado al mundo como «
dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la
defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada».
En una mañana de domingo hermosa y soleada, la multitudinaria misa en la Plaza de San Pedro ha reunido a peregrinos de todo el mundo, especialmente voluntarios en actividades de ayuda a los pobres, enfermos y refugiados.