En MATERNITY, ya sabéis, una ONG que apuesta por la mujer y por la vida, hemos tenido un meeting point sobre la NAVIDAD.Jóvenes gestantes, todas inmigradas, se han expresado con alegría, con nostalgia también, sus familias están lejos, sobre la fiesta. Muy interactivo el diálogo. Muy intercultural. Sin fisura al bucear y profundizar el alcance de la Navidad; hasta hemos podido leer el evangelio de Lucas y cantar un villancico latinoamericano. Y para terminar… unos canapés home made más los clásicos turrones: del duro y del blando; y sidra para regarlo.
Me ha llamado la atención la fuerza telúrica que tiene la familia. Sobre todo en Navidad… «Nos juntamos todos; aunque no nos alcance más que para comer papas asadas» dice una boliviana. ¡Cómo hace converger el amor familiar! ¿generaciones diversas?, ¡no importa la edad!; cómo se amplía a parientes, lejanos quizá, que se nutren todos de las mismas raíces… armonía y felicidad. Ganas de estar juntos.
Y me ha dado qué pensar. En las familias que se reencuentran en fiesta, siempre hay alguien que se anima a contar anécdotas familiares repetidas que sólo entienden y calibran los «iniciados». Y cómo disfrutan, y apostillan, y se quitan la palabra para meter baza.
(Continúa)