Que difícil es el reto que nos propone la Madre Cándida en la perla de hoy: hacer todo como Él desea que lo hagamos. Creo que por lo menos esa es nuestra vocación, hay que intentarlo y confiar en su misericordia. Porque, cuando te pones a pensar, lo que surge en primer lugar es cómo hacerlo, cómo descubrir que el camino que he elegido es el que Dios quiere, que la decisión que he tomado es la que Dios quiere. Ahora entiendo un poco mejor la razón por la que la Madre Cándida pide su luz para todo esto. No es nada fácil. Yo también necesito su luz. Y buscando luz, algo encuentro en las palabras del Papa Francisco:
“… Hemos ejercido la generosidad dando y compartiendo nuestros bienes, para salir de la necedad de vivir y acumularlo todo para nosotros mismos, creyendo que así nos aseguramos un futuro que no nos pertenece. Hay que volver a encontrar así la alegría del proyecto que Dios ha puesto en la creación y en nuestro corazón, es decir, amarle, amar a nuestros hermanos y al mundo entero y encontrar en este amor la verdadera felicidad”.
Las palabras del Papa Francisco siempre son luz porque siempre piensan en la felicidad de la persona.
Buscar la luz y encontrarla en Dios es un don, un regalo que nos hace a todos, sin exclusión. Cada uno a su tiempo, como cada flor florece a su tiempo, como cada persona madura a su tiempo y tiene un tiempo para encontrar esa felicidad que todos buscamos y necesitamos. Dios siempre la ofrece, lo que ocurre es que, a veces, algunas veces, cuesta verla porque tenemos muchas telas que apartar para llegar a verla de verdad. No importa. Lo que importa es que busquemos, que queramos hacer las cosas bien, que queramos que cualquier persona sea feliz.
Andamos enredados estos días con las elecciones locales, europeas y algunas autonómicas. Andamos pensando y reflexionando cual será la mejor opción para depositar mi voto y mi confianza. Y esta mañana, después de que ayer fuese un día intenso para algunos, entre los que me encuentro, que hemos tenido que estar todo el día en una mesa como presidente o como vocal, por fin hemos visto cómo ha quedado todo. Imagino que, como siempre, no habrá llovido a gusto de todos. Normal. Sólo espero que las promesas se cumplan, que las propuestas se conviertan en hechos y que no tenga que recordar ese dicho que en la huerta alguna vez he oído respecto a este asunto: Prometer, prometer hasta el meter y una vez metido, se acabó lo prometido.
Especialmente pido luz para todos aquellos que a partir de hoy tienen la responsabilidad de gobernar. Que no olviden que sirven a las personas y que no olviden a los que más necesitan ser bien atendidos, que son aquellos que menos tienen.
El viernes 31 celebraremos, si Dios quiere, otra fiesta de la Madre Cándida. ¡¡¡¡ Felicidades a todos los colegios, comunidades, … en definitiva a toda la gran familia Madre Cándida!!!!! Que ella nos ayude a encontrar la luz. Esa luz que nos llevará a hacer todo, como Él desea.
Antonio Grau
Murcia