“Vamos a ver, Luis. Siempre te estás preocupando del futuro como si el presente no te preocupara”. Era una frase recurrente que el cardenal Tarancón le dejaba caer a un joven Luis de Lezama cada vez que le sugería una reforma más para la Iglesia española.
Con esta anécdota el sacerdote arrancó la presentación de su libro “La escuela del futuro” (PPC), en el que analiza las claves del éxito del colegio Santa María la Blanca, fundado por Lezama hace casi diez años y que en este tiempo se ha convertido en uno de los 50 colegios más innovadores del mundo. Así lo reconocen sus resultados en PISA, a la altura de Finlandia y Singapur, con un índice “cero” de abandono escolar.
“La innovación no es ajena a mí”, explicó al hablar del este centro educativo nacido en 2008 que hoy se traduce en el proyecto EBI, un modelo integrador con planes de estudio personalizados, con autoplanificación del trabajo por parte de cada alumno, que ya está en marcha en otros colegios públicos y concertados dentro y fuera de nuestro país. Fue un salto sin pértiga, sin arnés y sin red. Tuvimos valor para meternos en esa gran aventura”, explicó el sacerdote agradeciendo a sus colaboradores todo el camino recorrido hasta hoy.
Al buscar ese modelo educativo soñado, desechó las clases magistrales, “la educación basada en la memoria humana” así como “la memoria artificial”.“Dejar a un lado el oportunismo político no fue fácil”, comentó, a la vez que presentó la premisa clave: “Tomar conciencia de la diversificación es lo primero que tiene que hacer un educador, tomar conciencia del otro”.