Cada vez más a menudo podemos observar cómo Internet se puebla de odio. En cualquier muro que visitemos, en cualquier vistazo que echemos a nuestro timeline, encontramos sin apenas dificultad muestras de rechazo e intolerancia hacia el otro. Es como si el odio en Internet fuese cada vez más habitual y estuviese campando a sus anchas ante la indiferencia de todos nosotros
Hay personas -he aquí algo positivo, ya que afortunadamente no puedo generalizar- que vuelcan en las redes u otros medios online una ira incontrolable que les impele a atacar y descalificar, conscientes tal vez de que esa actitud y forma de actuar los desautoriza y les priva de cualquier atisbo de razón, pero absolutamente impávidos ante el dolor que sus palabras puedan causar.
Uno de los casos más recientes lo hemos podido ver a raíz del fallecimiento de Carme Chacón. El autodenominado activista Lagarder, nada más conocer la noticia de la muerte de la ex-ministra socialista, dejó escrito lo siguiente en su Twitter:
Se muere la reina de los desahucios, tenía problemas cardíacos, carecía de corazón…pic.twitter.com/WkvUxdyiEE
— Lagarder Activista (@lagarder81) April 9, 2017
En tuits posteriores, el mismo Lagarder plantea por qué a unas muertes se les presta más atención que a otras, fijando el foco en los desahuciados como consecuencia de las políticas de vivienda aplicadas por la entonces ministra Chacón.
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