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MÓVIL… ¿OSIS? MÓVIL… ¿ITIS?

He indagado un poco en estos sufijos médicos para intentar diagnosticar la pandemia que padecemos T O D O S.

Desde los más veteranos hasta el bebé desdentado que todavía no anda ni a gatas…
Antes se les calmaba con el chupete, «baby pacifier»…
Hoy, si empieza a berrear, se le pacifica facilitándole el móvil.
Escena de autobús, y muy reciente.

Y otra: en un restaurante, cerca de Puerto Banús, en la costa malagueña.
Una cena, familiar parece.
Cuatro comensales: un matrimonio mayor y otro joven.
Atendidos ya por el camarero, cada uno saca su móvil…
¡Desubicados, los cuatro!
Ni el yantar les tienta…

Parece ser que el móvil sea también nuestro «pacifier».
Dependencia, ansia…

Vayas en metro, bus o cercanías…
«To kisky» absorto en su móvil.
«Buried» que dirían los ingleses.
En cuanto uno se sitúa… mano que palpa el bolsillo o rebusca en el bolso… ¡VOILÁ! Nuestro «pacifier».

Los más diestros, los jóvenes: su música, sus auriculares, sus WhatsApp… sus diversas «apps»… ¡Qué destreza! Con la misma mano lo sostienen, y teclean con el pulgar. Podrían superar las pruebas de rapidez de las mecanógrafas de ayer.

Y generalmente no es necesariamente para hablar… ¡que también!
Tiene tantas funciones, que lo mismo te sirve para buscar una receta de merluza a la cosquera, que informarte sobre dinastías faraónicas, el último derbi futbolístico o estar… ¡Up to date!

«…Cosas veredes amigo Sancho…»
¿Qué más cosas podrá hacer nuestro móvil?
¿Llegará a sustituir a la Thermomix?

¡Ah!… Para terminar, lo de los sufijos médicos.
Tiene su importancia porque son indicativos de una situación real.

  • ITIS: inflamación o infección.
  • OSIS: se refiere más bien a una degeneración; una condición anormal, de desgaste.

Pues… nosotros mismos: ¡a diagnosticarnos!

Que tampoco vendría mal el «tanto… cuanto…» ignaciano.

Teresa Zugazabeitia FI