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Laurence Freeman: “Dé más tiempo al ser y menos al hacer: vivirá mejor”

Laurence Freeman,  preside con el Dalái Lama la Comunidad Mundial de Meditación Cristiana.

Cada vez más entrevistados me citan aquí las virtudes del mindfulness, como si fuera la última moda llegada de Oriente. Pero Laurence Freeman, que viene de Oxford, explica que ni es moda ni es oriental. Se trata de un regreso a las técnicas de higiene mental y concentración que dominábamos en Occidente hasta que fuimos relegándolas a los monasterios. Nos privamos así durante siglos de una gimnasia cerebral imprescindible para el bienestar. Reduce ansiedad, estrés, hiperactividad y ayuda a gestionar el exceso de ego con el que tratamos de compensar otras deficiencias. Con ese autodominio se llega a la meditación con la que sentirá que su yo es el de todos. Es dejarse ser hasta sentirse todo y nada con el universo.

Desde chefs hasta futbolistas: todos hablan del mindfulness. ¿Usted se alegra?

 Me alegro por ellos. De ­hecho, no es ninguna moda, sino un regreso, porque con estas técnicas no hacemos sino reintegrarnos a una tradición que habíamos perdido.

 

¿Por qué y cuándo las perdimos?

Los primeros cristianos recitaban mantras de relajación y concentración para lograr la presencia plena, pero en Occidente esas técnicas se fueron olvidando y nuestro rezo se volvió más cerebral. Excepto en la Iglesia bizantina, que los conservó y aún los practica.

 

Y aún rezan con salmodia hipnótica.

En cambio, en la Iglesia romana, la contemplación fue relegada a los monasterios para los místicos y fuera de ellos acabó siendo considerada algo sospechoso. Así se perdieron las técnicas paleocristianas de control mental.

 

Pues la verdad es que son pura higiene.

Por eso yo las enseño ahora a los no creyentes igual que un hospital católico también atiende a los ateos cuando se rompen un brazo. A algunos budistas les preocupa, en cambio, esta perspectiva tan práctica y la generalización de su enseñanza y su uso.

 

¿Por qué?

Porque también puedes aplicar esas técnicas de concentración y atención plenapara ser mejor corredor de bolsa o mejor francotirador en la guerra. Dominar la focalización puede servir a los peores fines.

 

O ser un inocente ibuprofeno sin pastilla.

Por eso yo empezaría por diferenciar entre los beneficios y los frutos del mindfulness. Y después ya hablaremos de trascendencia.

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