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La Fundación Educación Católica cumple 25 años: Un cuarto de siglo haciendo escuela y educando personas

La Fundación Educación Católica (FEC) cumple 25 años. Un cuarto de siglo al servicio de la escuela católica y de la sociedad española y que ha garantizado el futuro de 21 centros educativos que pertenecían a 15 congregaciones religiosas diferentes y que de otra manera habrían desaparecido. Un proyecto centrado en la educación, la innovación, la evangelización, la excelencia, el compromiso por la justicia y la sostenibilidad. 25 años, como dice el lema, haciendo escuela y educando personas.

Daniel Turiel es director de uno de los colegios de FEC; en concreto, el del Santo Ángel de Oviedo. Pone de manifiesto una de las riquezas de esta institución, que no se pierde los carismas fundacionales: «Fundación Educación Católica es una gran comunidad educativa que busca unir los diferentes carismas de los colegios que la formamos en el tronco común del Evangelio y en la misión evangelizadora de la Iglesia impulsando la formación integral de la persona».

Precisamente, Daniel insiste en otra de las razones de ser de este proyecto: «La centralidad del valor de la persona en unos centros acogedores, alegres, que apuestan por una educación innovadora e integral, en una constante búsqueda de la excelencia, con unos educadores cercanos que acompañan a los alumnos».

Juan Rodríguez es director del Colegio San José –Virgen de la Palma de Algeciras y pone sobre la mesa otra de las fortalezas de FEC, que es, además, una de sus grandes aportaciones a la escuela católica de hoy: «La modernización de la gestión en los colegios a todos los niveles, siempre con la misión evangelizadora como base de nuestra razón de ser y existir».

Pero también cree que el bien que hace FEC debe tener más recorrido y ve futuro en la apuesta por la Formación Profesional: «Es una prioridad para nosotros potenciar en los alumnos, que están con nosotros toda su infancia y adolescencia, los talentos de cada uno de ellos, ¿por qué no potenciar también estos talentos en alumnos que llegan a nosotros ya mayores, en muchas ocasiones desmotivados y con un futuro incierto? Descubrir que son capaces de aprender un oficio y desarrollarse íntegramente, es una de las facetas más gratificante de la educación».

Continúa leyendo el artículo de Fran Otero en Alfa y Omega