Alejandra Barrenechea tiene 25 años, oriunda de Monterrey, México. Estudia un máster en periodismo cultural en Madrid. En esta edición de nuestro podcast VivirFIRadio nos invita a reflexionar sobre esas decisiones que marcaron el pasado, el presente y que determinarán el futuro. Dar pequeños y firmes pasos. Dale play y conecta en nuestro canal de IVOOX.
Texto:
“Si” y “hubiera” son dos palabras que por separado pueden parecer inofensivas. Pero, si las ponemos juntas, pueden ser tan poderosas como para perseguirnos toda la vida.
Al pasado podemos accesar en cualquier momento: a lo bueno, a lo malo, a lo feo o a lo bonito. Y aunque no podamos cambiarlo, lo que sí podemos hacer es cambiar nuestra manera de pensar respecto a él. Es importante reconocer que en aquel momento estábamos haciendo lo mejor que podíamos. Castigarnos o quedarnos en el bucle del “si hubiera” ahora en el presente no cambia las cosas que sucedieron en aquel remoto pasado.
En cambio, tomar una decisión de perdonar, dejar ir, y olvidar sí hace diferencia. Es una gran paso. Incluso si no queremos, simplemente estar dispuestos, es empezar por algo. Es un trabajo difícil y es un clavado a lo más personal, íntimo y vulnerable de nuestra persona, pero que al final, nos ayudará a sanar.
Hay una frase popular que dice “pasado pisado, presente de frente” y lo que nosotros tenemos ahora es eso. Nuestro presente, nuestro hoy. Lo que digamos o pensemos formará parte de nuestro futuro.
No es una condena ni pretende serlo, pues estamos haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos en este momento, distinto a donde estábamos ayer, la semana pasada, hace un mes o algunos años. En la vida se avanza dando pequeños pasos de lo que nos esforzamos por hacer, de lo que aprendemos cada día y de lo que dejamos ir.
Es cierto que tenemos influencias externas, que, probablemente sean difíciles de ignorar o cuestionar, pero nosotros no podemos controlarlo, porque eso son, influencias externas. Lo que sí podemos es ser responsables de lo que pensamos, hacemos y las ideas que nos creamos, porque al final eso le da forma al futuro. Y es lo que vamos a convertir en nuestra realidad.
No siempre es fácil atrapar nuestros pensamientos que se mueven con rapidez y en diferentes direcciones. Sin embargo, hacer una pausa y una limpieza mental harán que las cosas luzcan distinto. Es un proceso, en el cual hay que reconocer el poder interior que cada uno posee. Al final, es apostar por conocernos, por amarnos y reconstruirnos, aprender a confiar en la vida y en nosotros mismos.