Hazte Oír ha vuelto a la palestra con un autobús que recorre el país con el lema Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. El eco ha sido tal que, este 15 de marzo, el Congreso votó a favor de instar al Gobierno a que revoque la declaración de utilidad pública a Hazte Oír. Con ello se impediría que pudieran recibir ayudas públicas y contar con beneficios fiscales. Es el último episodio protagonizado por una entidad que alcanzó notoriedad ante José Luis Rodríguez Zapatero, cuando el Ejecutivo socialista tramitaba el matrimonio homosexual, la reforma de la ley del aborto o Educación para la Ciudadanía.
HazteOir.org (nombre oficial), como entidad perteneciente al Foro Español de la Familia, participó en varias movilizaciones masivas que contaron, a veces de forma explícita, con apoyo eclesial. Al frente del colectivo, desde su fundación en 2001, figura su presidente, Ignacio Arsuaga.
Durante estas semanas, a la vez que bullía la polémica, se indagaba sobre la capacidad de incidencia de la asociación y quién mueve sus hilos.Tachada de organización “ultraconservadora” o “ultracatólica”, Hazte Oír se presenta en su web como apolítica: “No depende de ninguna organización, partido político, empresa o grupo de presión. Es patrimonio de los socios y donantes, y de toda su comunidad de suscriptores y voluntarios”.
Pero algunos medios la relacionan con El Yunque, sociedad secreta de origen mexicano, extendida en varios países de América y presente en España desde los años 70 con el fin de influir en la sociedad para, según reza el juramento oculto que realiza todo miembro, “instaurar el Reino de Dios en la tierra”.