«Cambiar el ritmo» – Capítulo 26 – VivirFI Radio
3 junio, 2020
CONSEJO 27
8 junio, 2020

… De huellas dactilares

Mirad bien la imagen del camino.

Hay que contemplarlo sin prisa.

Paso todos los días por él. 

Losas mal encajadas, permiten que puje la vida: esa yerba verde y algunas florecillas atrevidas en primavera. 

Losas tachonadas hoy, por restos de líquenes o musgos de ayer, muy antaño. 

Losas que, en su día, albergaron vida. 

El viento les posó unas esporas; y al calor del sol y caricia del agua y un no sé qué de tierra o polvo, germinaron. 

Desplegaron una vida frágil y efímera. 

Pero permanecen tercas, sus huellas, en gamas de colores muy diversos. 

Un bello estampado, casi floral, amalgamado a la losa, de tal manera, que parecieran inherentes a la piedra misma.

Seguimos contemplando el camino. 

Hollado por tantos caminantes, ni la lluvia, ni el hielo, ni el barro, ni el sol vertical, ni los años… han sido capaces de raspar y borrar las caprichosas «flores» multicolores que todavía lucen las losas. Inútil pretender raerlas. 

Las huellas de aquella vida liquénica o musgosa están ahí.

Permanecen quietas, transcurridos los años. 

Y da qué pensar. 

No sé si he oído o he leído que «dejamos nuestras huellas dactilares allí por donde pasamos»

Huella única. Determina nuestra identificación: D.N.I.

Rastros dactilares investigados con eficacia por Sherlock Holmes:«elemental querido Watson» 

De otras huellas hablamos. No son analizadas con lupa; pero van dejando rastros y estelas o estrías, en nuestra relación y convivencia. Y recíprocamente.

A veces, indelebles:»for ever» 

Situación para reflexionar en la relación educativa: familia, centro escolar, grupos de ocio y deporte… en toda relación. 

Los niños son como cera blanda… 

Y pudieran quedar como troquelados por nuestras huellas. 

Los jóvenes, sentido crítico en ciernes, también nos miran como referentes, aunque sean inconscientes de ello. 

También nuestra relación familiar, de trabajo, amistad, laboral o social… cualquiera que sea el contacto.  

Nuestra manera de embridar la vida, nuestros valores, nuestros criterios, nuestras actitudes, van dejando huellas, a través del tiempo, en toda persona que se nos cruce en los acontecimientos y avatares en el camino de la vida. 

¡Volvemos a contemplar el camino que tanto nos sugiere!

Mª Teresa Zugazabeitia, FI 

Montaje de imagen adjunta: Belén Gorritxo O.D.N