Mejor que la excepción
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«Buscar coincidencias, no diferencias» – Capítulo 6 – VivirFI Radio
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CONSEJO 6

6. Todas las semanas, el día que se designe, darán cuenta las Maestras a la [Maestra] Primera de la conducta de sus discípulas, sus progresos, sus faltas y todo lo que notaren para su provecho espiritual y temporal.

Seguimos con los consejos de la M. Cándida a las Maestras Primeras, que recuerdo que eran como los servicios actuales de Jefe de Estudio o similar. Les pide que no dejen para largo el seguimiento de las personas que son atendidas. Les solicita que las maestras den cuenta a las Maestras Primeras de cómo funcionan esas niñas. Es bueno tener el hábito de dar cuenta, de recibir esa ida y vuelta de nuestras opiniones, donde es tan importante aportar como escuchar.

Qué bueno es hablar y aportar de forma positiva sobre aquellos alumnos o personas que están a nuestro cuidado. Este consejo supera las paredes de las aulas y colegios. Es un consejo para la vida, donde la M. Cándida nos pide que aprendamos a hablar de aquello que sirve para el provecho de las mismas, no para el deterioro o destrucción de las personas utilizando los chismes como forma de hablar. Iniciamos hace pocos días un nuevo año y volvemos a tener la oportunidad de hacer caso a quien nos pide que demos cuenta para el provecho de las personas. Es el momento de aprender a hablar bien, de hablar de progresos, de valorar la conducta, y también de sus faltas de forma que se pueda corregir a tiempo, lo que sea mejorable.

Celebrar la fiesta del Bautismo de Jesús en el Jordán es recordar nuestro bautismo, es celebrar que tuvimos unos padres que nos regalaron lo mejor que tenían en aquel momento. Quizá no buscaron tanto la ropa o las invitaciones, sino que se centraron en lo más importante, en lo que realmente creían que era lo mejor, que esa agua nos limpiara y nos hiciera formar parte de la gran familia de la Iglesia. Seguro que sabes el día que naciste, pero ¿sabes el día que te bautizaron? Es un buen momento para averiguarlo y tenerlo a la vista de los ojos y el corazón. Fue un gran día para ti, para tus padres y para la Iglesia. Incluso me atrevo a decir que deberíamos celebrarlo, sin más líos ni parafernalias innecesarias, pero hay que celebrarlo. Yo lo voy a intentar este año.

Ayer repetíamos en el salmo 28 que el Señor bendice a su pueblo con la paz. Seamos de los que bendicen a los demás con palabras de paz. Y seamos de los que tampoco hacemos acepción de personas.

“La M. Cándida, en los Consejos, nos revela rasgos fundamentales de su personalidad humano – cristiana. La vemos pobre y sencilla, pero inteligente y práctica; consciente de su falta de cultura y preparación intelectual para la misión que le es confiada, pero totalmente segura de su vocación peculiar en la Iglesia; clara y definida en su camino de evangelio y capaz de discernir los signos de Dios en su historia personal y, a esa luz, servirse de los diferentes recursos que pueda encontrar en personas y cosas. Fuertemente apoyada en Dios en quien confía ante todo y por encima de todo lo humano, y a la vez responsablemente activa para buscar la ayuda necesaria en la realización concreta del plan de Dios sobre su vida”. Este trozo sacado de un folleto pequeño titulado “Otros escritos”, redactado en Roma en 1979, me ha ayudado mucho a ir entendiendo el espíritu que encierran estos Consejos.

Mucho me sigue costando. Incluso me veo perdido en algunos momentos, pero, poco a poco, pueden ser luz en la educación de hoy y, mejor, en la vida de hoy. Imagino cómo serían hoy. Imagino un curso, en cualquier ciudad. Pienso en Salamanca e imagino un curso en el salón de la planta baja, pero sigo imaginando, y pensando en esos consejos y me llevan a cualquier cafetería alrededor de la plaza Mayor o de la calle San Pablo. Allí, en esos momentos distendidos donde se habla de todo, escucho a una M. Cándida comentando su sueño de organizar lo que había iniciado, sus dudas, su preocupación, su falta de conocimientos y explicando en donde se había fijado para elaborar los suyos. Y me encanta saber que hoy es posible, que lo recogido y hecho propio hace tantos años, es útil para la educación del siglo XXI. Solo hay que tener la mirada amplia, mirada de dron.