De cálculo infantil
20 junio, 2020
«Ángeles desconocidos» – Capítulo 29 – VivirFI Radio
24 junio, 2020

CONSEJO 29

29.Entre las mismas niñas, algunas jóvenes de más edad, juicio y prudencia, no faltarán; [las     Maestras] podrán aprovecharse de su buena voluntad, ya sea para la vigilancia en diversos         ejercicios del día o ya para que cuiden de algunas niñas al salir de la escuela, para que vengan    con orden y modestia. Si hubiera de cada barrio una, se le encomendarán las del mismo o         muchas de ellas. Será muy bueno estimular a estas jóvenes señalándolas con alguna estimación y   alguna vez pequeños dones que reconocerán su mérito y la confianza con que las distinguen.

                Hay lecturas que llevan a canciones. Y esto es lo que me ha pasado al leer detenidamente este consejo de la M. Cándida, es decir, leyendo con cariño, queriendo entender lo que quiere decir por encima de las palabras utilizadas, que es lo mismo que viendo por debajo del edificio de esas mismas palabras. Porque leer detenidamente es querer entender.

                Hoy la M. Cándida habla de la necesidad de ayudar, de poner los dones de cada uno al servicio de los demás, de cuidar desde lo que somos, de poner nuestras manos al servicio de quien las necesite, y es ahí donde me brotó como un resorte, la siguiente canción:

                Es de Ixcis, de hace mucho tiempo, concretamente del trabajo titulado “Confío”, de 1997. Son 23 temas para tener en la mesita de noche y de vez en cuando escucharlos, porque alguno te llegará a tocar. Gracias por vuestra música, por vuestra oración, por vuestra vida. Porque hoy, después de 23 años, sigue habiendo muchos pies que lavar y mucha oscuridad que iluminar.

                La M. Cándida sabía que siempre habría personas de buen juicio y prudencia y ellas serían las encargadas de hacer las actividades que se les encomendasen. Buen juicio y prudencia, serían los talentos a buscar. Personas de buen juicio y prudentes son de esas personas que suman y multiplican, como decía Teresa Zugazabeitia en su escrito “De cálculo infantil”. Y esas personas son las que merecen pequeños dones que reconozcan su mérito y distinguirlas con mucha confianza. Reconocimiento y confianza para personas de buen juicio y prudentes.

                En el evangelio de ayer, hasta tres veces, nos dice Mateo: “No tengáis miedo”.  Por eso no tengamos miedo a los hombres, ni a hablar alto y claro. No tengamos miedo a los que matan el cuerpo, porque no pueden con el alma, ya que Dios cuida hasta del último cabello de nuestro cuerpo. No tengamos miedo porque somos hijos de Dios, porque hemos decidido con quien estamos, porque estamos de parte de Dios.

                Seamos personas sin miedo, de esas que han decidido sumar y multiplicar, aunque algunas veces resten y dividan, sabiendo que, por encima de nuestras posibilidades, Dios siempre está con su misericordia ayudando a seguir, animando a caminar, apoyando cuando las fuerzas flaquean. No dejemos de remar porque cada amanecer nos brinda la oportunidad de ser mejores. No tenemos que remar todos del mismo modo y a la misma velocidad, simplemente tenemos que remar y confiar, remar y disfrutar del paisaje que Dios nos regala cada día, y cuando vengan curvas, nos agarramos más fuerte y adelante.