Mujer, madre, educadora… María
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«Buscar el horizonte como Familia Carismática» – Capítulo 23 – VivirFI Radio
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CONSEJO 23

23. También se ha dicho que se entenderá con los señores Curas y arreglará su asistencia a misa y confesiones y todo lo perteneciente a esto.

Hoy iniciamos una nueva etapa, desde que hace casi dos meses empezó esta pandemia, y seguimos necesitando que “la Purísima Virgen nos cubra con su manto”. Seguimos necesitando que nos aumente la prudencia para iniciar esta fase de apertura para no volver atrás. Y tenemos que seguir llevando cuidado. Al margen de estar de acuerdo o no con las medidas mandadas, debemos utilizar el sentido común.

Hoy la M. Cándida nos habla de cuidar el alma. Porque el manto de María cuida el cuerpo, pero también cuida el alma. Y no lo hace por separado o en distintos momentos; lo que hace es proteger y cuidar a la persona, o como se dice en NMPE, reflejado de las Constituciones, lo que hace es atender “el desarrollo de la entera persona”.

 La M. Cándida aconsejaba entenderse bien con los curas. Ella sabía que era una forma de cuidar el alma. Y es buena. Pero hay más formas de cuidar el alma. ¿Se te ocurre alguna? ¿No?, pues vas a tener que pensar un poco más y si piensas un poco más, con calma, sin prisa, sin nota, sin agobios de entrega de trabajo, sino simplemente desde el corazón, desde la vida, seguro que encuentras más de una forma de cuidar el alma, de cuidar tu alma. Ánimo.

Puede que ocurra algo parecido a lo que le ocurrió a Tomas en el evangelio de ayer, puede que no encontremos el camino: ¿Cómo podemos saber el camino? Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad y la vida». Y hay una frase que me llama la atención de una forma especial: «Creed a las obras».

 Hace unos días vi la película de la vida de San Felipe Neri, que resulta que es como se llama un pueblo que está a 1 kilómetro de donde vivo. Por eso también la vi con mucho cariño. Y a todo esto añado que allí vivía uno de mis mejores amigos, que llegó a convertirse en parte de mi familia. Pues bien, en esa película, en esa historia de su vida, fueron sus obras las que fueron hablando de su fe. Fueron los acontecimientos con los que se iba encontrando los que definieron su trabajo y su dedicación, fue su alegría lo que le hizo salir y continuar su camino, pero fue su confianza total en Dios lo que llenaba su vida de entrega a los demás. Pero hay un hecho que podría ser muy actual ahora. Ocurrió que, ante los falsos testimonios e invenciones que un matrimonio hizo sobre otra persona se desencadenó un injusto aislamiento de la misma por parte de los que vivían en ese barrio de Roma. Cuando le llegó la noticia a Felipe Neri, por el arrepentimiento de quienes habían ocasionado tal situación, les mandó comprar un pollo grande e ir desplumándolo desde donde lo compraran hasta la cocina del oratorio donde tenían que llevarlo. Y así lo hicieron. Una leve brisa iba repartiendo las pequeñas plumas por todos los rincones por donde pasaban hasta que llegaron, después de un buen rato, hasta la plaza cerca del oratorio donde se encontraron con Felipe Neri. Alegres por haberlo conseguido le entregaron el pollo pelado y Felipe les dijo: «Ahora volved recogiendo todas las plumas que habéis pelado». Sus caras entendieron al momento lo que les había querido decir con esta pequeña penitencia.

Pero, por si no te salen algunas formas de cuidar el alma, te ayudo dando algunas pistas para que lo logres:

                Un poco de oración

                Un poco de atender a las mesas (Estas dos son de la primera lectura de ayer)

                Lugar de María en tu corazón

                Caridad/Solidaridad

                ¿Cuál es la última canción que has cantado?

                Tocar las cosas sencillas de tu vida

                Nivel de alegría,

y muchas más que se te ocurrirán.